¿Por qué tienes que ir más al teatro?

Somos una sociedad de libros, cines y películas en streaming tumbados en la cama. Una sociedad de redes sociales y contenidos inmediatos en internet, vídeos de 20 segundos, imágenes que se mueven (gifs) y dinamismo a tope. Una sociedad que ha perdido algunas costumbres de ocio valiosísimas, como puede serlo el charlar con los amigos comiendo pipas en un parque, o el disfrutar de una velada de teatro con un ser querido. ¡Esto no puede ser! ¡Tenemos que volver a las tablas! Esa esencia mágica que tiene el teatro… ¡No la tiene nada más!

¿Por qué ir al teatro?

• Porque es magia, es algo que siempre suma, de lo que aprendemos, y además, ¡qué leches! Ir al teatro es muy buen plan de ocio, es algo distinto y nuevo a lo que apenas estamos acostumbrados.
• Siempre apetece, te abre nuevas puertas, cuando te sientas en la butaca una nueva dimensión, pero en directo, no como en el cine, se abre ante ti, y tú ya formas parte, eres parte de ella.
• Representa la naturaleza del ser humano, es una expresión artística del espíritu, nuestro arte, es nuestro reflejo.
• Es de las pocas cosas que no se pueden manipular. El teatro es aquí y ahora, delante de tus narices, con las improvisaciones y las cagadas de los actores y las actrices, sin postproducción, sin edición, sin cortes. Real como la vida misma.
• Porque sin el público, no existirían actores y actrices, y es una de las profesiones más nobles, antiguas y auténticas que existen.
• Es cultura, es poesía, y en la sociedad actual, con tanto ordenador y tanta videoconsola, deberíamos estar hambrientos de cultura de la buena, la de verdad.
• El teatro nos enseña cómo somos, nos ayuda a mejorar. ¿Recuerdas esos cuentos con moraleja que te contaba tu padre? Pues esto es algo parecido. Nos vemos reflejados en los personajes y en lo que les pasa y, desde fuera, quizá tenemos opiniones que no nos aplicamos a nosotros mismos y decimos “ostras, es verdad, pues podría hacer eso yo también”.
• Ayuda a sonreír, a reír, a estallar en carcajadas. Y eso, siempre es bueno. Dicen que reír alarga la vida.
• Es un camino de emociones que te alimentará incluso cuando parezca que estás distraído y que no le estás prestando mucha atención a la trama.
• Tenemos que cuidar el talento de los que lo valen, hay que cuidar lo nuestro, nuestra cultura y nuestro talento, que hay mucho.
• Nos ayuda a soñar en directo, sin cortes y sin trampas.
• Puedes llorar a lágrima tendida delante de un montón de gente sin parecer un loco de remate. En el teatro todo está permitido.
• Te puede dar diversión… o te puede dar que pensar. Hay teatro para todos los gustos: comedia, drama, de denuncia, musical… ¡Tú eliges!
• Nos aporta infinidad de valores.

¿Te parece poco?

Si te he convencido de que ir al teatro es tan divertido como necesario, ¡adelante! ¿A qué estás esperando?

¿Cómo? ¿Que no sabes qué ver? ¡Por eso no te preocupes! Hay infinidad de oferta teatral en las principales ciudades, pero, si me permites recomendarte una obra, no te pierdas La Madre Que Me Parió, en el Teatro Fígaro de Madrid.

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